No necesito bailarme todo ni bailar con todos... menos ahora. Tampoco reniego de extrañar tanto y tanto a los milongueros que tengo contados con los dedos de una mano !
En la distancia también hay encuentro y en esta que nos atraviesa puede que decidamos ensimismarnos, aquietarnos, escuchar de manera sabía a nuestro cuerpo...
Como cuando descubrí que un tango acunaba de manera perfecta mi soledad, de similar manera hoy me encuentro. Como cuando me sentaba en La Ideal a mirar historias de amorosidad tan intensas como pasajeras, entre esas columnas de mármol blanco y con apenitas una mínima señal de claridad desde las ventanas que dan a Suipacha...acá estamos: pispeando junto a Simón que lo mira todito desde lo alto en el Parque Rivadavia.
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Y, sentarse a escribir en un bar , andar de fiestas en veredas o entre niños y niñas que juegan y juegan celebrando que hay vida por sobre cualquier pandemia.
Domingo en Parque Rivadavia ; Caballito; CABA
ay yo estoy en l misma pero ni me animo a ir para no tentarme . que bueno ver lo que anda pasando
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