Como dos nada extraños...

martes, 16 de febrero de 2010

ant sig

EL ADIÓS

Pasé unos bonitos días en Uruguay. Miguel está haciendo temporada allí y me facilitó el terreno con el organizador de eventos del "Mantra Punta del Este Resort" para presentarme por las noches con mi exhibición de "tangos chinescos" ( similar a los videos de tango incomunicado que muestro en este blog pero con apenas un poquitín más de producción, en vivo y acompañada por un pianista). Me parece que no les gustó mucho.
Compartimos con Ansaldi una cabaña con pile, paseamos por la ciudad en bicicleta, jugamos a transformarnos en milanesa con la arena de la playa, nos saboreamos con besos tibiecitos nuestros cuerpos salados. Parecía amor los primeros días. Me daban ganitas de conocerlo, de saber de él, de preguntarle cosas. Una noche (franco de ambos) me animé y le declaré mi amor mientras intentábamos descubrir zonas secretas en Super Mario Bros 3, el jueguito de la Family. Él guardó silencio por un ratito durante el cual volvían a escucharse los saltos de Mario versión mapache intentando rescatar a la princesa Toadstool, y sin despegar sus manitos blancas y regordetas del joystick, bajó la vista y murmuró: - cuando estemos en igualdad de condiciones, trabajes doce horas por día y, sin andar desnudándote, hablamos.
Chau, no va más.