Como dos nada extraños...

martes, 6 de octubre de 2020

(ALGO PERFORADA)


 A los martes también los arrancaba  un poquito destruida.  6 y 40 sonaba el despertador y,  sin estar en absoluto reparada, me disponía a enfrentar la jornada comenzando  por mi rol de madre, perfume a tostadas  , caminata bonita junto a una mano pequeña hacia su escuela  , demandas varias...

La noche del lunes me encantaba . La 26 junto a la  132 son de mis líneas de colectivos preferidas  y utilizaba el servicio de la  primera para caer religiosamente a La Catedral  y en este último tiempo pre  - pandemia a su "Chan Chan Gotán"... Catedral  de donde se me vienen encima cantidad de martes llenos de vida de hace añares. Cantidad de martes de los que guardo clavada  alguna que otra astilla de esa pista que cruje y da cuenta que acá estoy y soy la misma.
 
Religión la de hundirse en sillones destartalados, religión la de contar los focos y jugar a adivinar qué colores se han apagado. Deambular, emerger, flotar, soñar, desear... Religión la de descubrir que a la izquierda de la escalera había otro espacio, entrador espacio...ronroneante espacio.  
Dormía poquitas horas los martes  . No creo haber llegado a cuatro. Luego , encaraba el andén y me terminaba de despabilar ...
Extraño...extraño mucho a mis cercanos y también extraño los abrazos milongueros con extraños  . 
He dormido siete horas y acá estoy no mucho más radiante que durmiendo cuatro. Igual me encanta esto de estar  en la cama  aún , entre unos amargos y un tostado . No hay despertador que suene y  espero que pase un poco el tiempo para comenzar, sin ser odiada por el vecindario a usar el  taladro. 
"Que pase un poco el tiempo". Que pase el mal tiempo . Que podamos volver cada quien al ruedo en su mejor versión.  Y fuertes  como una brida de hierro que por mas perforada sigue siendo fuerte, sigue siendo  hierro. 
 

Cuerpo / Instrumento

Hace como dos décadas   trabajaba  para un   taller de arte ubicado en  Balvanera . Me gustaba;  ganaba plata. Permanecía acostada, inmóvil durante hora y media. Fui  los días  martes  a la tardecita  durante meses y meses ...  Entregaba mi cuerpo a una mesada de madera vieja , fresca, con restos de manchones de pintura seca   mientras,  personas con  lápiz  en mano me analizaban desde las uñas de los pies, los colgajos de mi abdomen, las venas azuladas de mis tobillos   y  hasta mis manos y estudiaban cada detalle de este  cuerpo humano.

Al frente -   a una distancia de metro y medio aproximadamente   sobre otra mesada de similar suerte, se disponía Mauricio: le quedaban  hermosos sus cabellos bien largos hasta casi la cintura  y la barba candado.  Al comenzar nos mirábamos a manera cómplice  a fin de  concentrarnos en la postura no tan cómoda que la persona a cargo del taller nos solicitaba. Se trataba de  una muchacha  de medidas y dulces  palabras en un español extranjero, con piel color aceitunada   y orejas perforadas con incontables aritos brillantes.  Intentábamos bajar la respiración, sostener la acción y ahí nos quedábamos un largo rato en una especie de trance atrapante, ensimismados... chusmeando de reojo sobre fondos de papel blanco, como íbamos quedando...

Con cuerpos - hogares de lo mas  expuestos y dispuestos al juego, en un tiempo atento donde en la quietud la  musculatura se siente  ardiente, doliente, fuerte. 

Despojo, poses, verdad,  luces, sombras, cuento ...

Me desnudé para varios fotógrafos y participé de algunas performances envuelta en polietileno. 

Me desnudé frente a otras chicas en la previa y post danza clásica durante cada día durante mas de diez años de mi vida .  Nos reíamos a carcajadas y compartíamos anécdotas  cual café  mientras  nos acomodábamos las prendas , nos poníamos o quitábamos ropa interior, puntas, horquillas  y medias...

Me desnudé en varios castings, obras de danza, de  teatro,  intervenciones bailando tango solitario  a cuerpo pintado en varios  eventos empresariales de  fin de año.



Recuerdo también un taller hermoso , hace muchos años  de "Desnudo Lúdico" facilitado por la actriz canaria , Mónica Lleo quien  armó en mí Córdoba tal revuelo! , pero tal revuelo! . En ese marco conocí la teatralidad de Joan Brossa  y me desnudé jugando al tejo.  

Lo cierto es que me desnudé de ropas muchas veces y así también aún desprovista de telas muchas veces  bien "tapada" me quedé y me suelo quedar .  

Me quité, me saqué, me envolví, me cubrí, huí, estuve, transité  y transito envuelta y no tan envuelta jugando cuando se me baila  en el intento de desnudez. 

Se que la línea es delgada y desata confusiones y diversas miradas . Sin embargo  para  quienes nos identificamos con el lenguaje corporal desde técnicas de expresión  ,  el cuerpo  con este ser que contiene y como sea que sea este cuerpo que portemos, en el cual nos dejamos llevar ,  es  instrumento y canal  - lejos de reducirse a "sexo".  

Y, vale aclarar, que nunca he presenciado en  ámbitos laborales  "desnuda" una mínima falta de respeto ni me he sentido descuidada al respecto.  .  

Pero bueno, acá estoy enterándome de lo activista sexual que me he puesto en estos tiempos y por suerte Instagram , cuida su terreno. 

(Podrían haberme dejado siquiera los textos o acaso en las palabras había también tanto sexo?!😂 ) .