BAILEMOS

Nunca pero nunca nunca salí de una clase de tango diciendo guauuuuu!!!; qué cosa aburrida resultan algunas y qué mediocridad algunos profes que a cinco minutos antes de dar comienzo, los escuchás hacer trato con su pareja:
"hoy qué te parece si les hacemos hacer sanguchito, boleos y mucha caminata, que caminen, que caminen" ( para andar caminando prefiero otro lugar caramba!!!)

BANDONEÓN

Quiero un bandoneón; qué cosa deseada eso de apoyar sobre mis muslos semejante instrumento y generar algún sonidito de los que ande necesitando. Cuánto sale un bandoneón?, saldrá como una compu?.

Y es cierto: en el segundo 42 de escuchar este tango, algo es como que se te derrumba y mas vale estar solo si es que te da vergüencita que te vean desmoronado. Y mas vale estar solo porque dan ganas que así sea; dan ganas de refregarse en cualquier pared mientras esos dedos se sumergen hasta agotarse en esas teclas. Abrazo intenso sin poder dar ha quedado por aquí.

Anoche

 Anoche anduve por el café de la Ciudad de las Artes en la inauguración del ciclo de café concert junto a "Proyecto Canyengue". Agradecida a ellos por permitirme continuar en la apuesta al tango Incomunicado, por generar ese espacio tan íntimo y tan tanguero como para que una se suelte con su deseo de bailar. Tocaron "Mal de Amores", entre muchos otros. Estaba media cerrada a bailar este tango sola pero anoche pude hacerlo. Es que no puedo evitar asociar este tango con Leo. Pensar que es nuestro tango (era). Teníamos un código de buscarnos en la milonga cuando sonaba "Mal de Amores". Luego, quien sabe por qué motivo ( o histeria nada más), me abandonaba en medio de la pista dejándome bajo las luces amarillitas y con mi cuerpo apagado. Qué feo se siente que te agradezcan el tango bailado y se esfumen y al ratito los veas abrazarse a otra. Y lo peor: que con "la otra" lo  veas esfumarse entrada la madrugada...