Como dos nada extraños...

viernes, 27 de noviembre de 2009

HOLTER


Te siento tan lejano,
te veo tan contento
te busco entre otros brazos
te busco y no te encuentro
Y no me encuentro, tan solo muero
y mis latidos tampoco siento.

Entumecida me quedé, desorientada
hasta que alguien me descubrió
tan desvariada
Mi corazón lo lamentó y
tras un holter se llegó
a que el corazón...
el corazón ...de mi partió.

Fotografía - modelo: Malu Zurita

domingo, 22 de noviembre de 2009

Soledad

Lo siento por no atender los llamados que me hacen, lo siento por haber fallado en los encuentros acordados ( a quienes les toca sabrán entender …o no). La verdad es que estoy desorientada “no sé qué trole hay que tomar para seguir”. Lo de la abstinencia milonguera se está concretando y cuando no me dejo fluir en la milonga tampoco me dejo fluir entre una cama compartida. Es así muchachos. Bailar tango es como mi jueguito previo para alimentar el deseo y si no hay jueguito ( = fueguito) no encuentro la desesperada motivación de compartir mi manera de desnudarme ( en cualquier y en todo sentido). Aún sin compartirla,mi desnudez está: sola, fatalmente sola. Sin ganas de chisporroteos ni salpicando gotitas a lo exhibicionista sobre alfombras de hoteles. Lejitos del disfraz de Caperucita , de los preservativos con gustito a frutilla. Sola con mis demonios negruzcos que me persiguen  chupándome talones mientras me raspan con el borde de algún billete nuevo sobre mi entrepierna rosadita.

lunes, 16 de noviembre de 2009

RARA


Me siento rara ( y no tan encendida). Hasta estoy dudando si continuar bailando o desligarle mis rarezas y oscuridades a una abstinencia milonguera. Sucede que, sobre que ya tenía un plantel reducido de parteners, el mismo se está reduciendo aún más. Para bailar sola prefiero recurrir a mi método pero para bailar en pareja estoy bastante pretenciosa.
Espero que mi compañero se de cuenta de detalles obvios y…parece que no todos están tan entrenados sensiblemente. Anoche por ejemplo, me topé con una situación incómoda que me persigue en este instante sobre todo en mi cuello. Me abrazaron demasiado, de entradita nomás y la verdad es que no había piel como para insistir en ese abrazo. Con mi sutileza intenté poner distancia y mi mano izquierda ( de manera perpendicular a mi antebrazo como si se tratara de una señal de tránsito ) se apoyó firme en su hombro derecho. No hubo caso; este hombre insistía con apoyar su mejilla sobre la mía y justificaba su acción diciéndome que lo abrace como abrazo a los demás. No soy fácil con todos!, sépanlo. Me encantaría disfrutar de bailar tango y nada más con cualquier hombre. No es así; prefiero pasarme la noche sentada, escuchando los tangos que suenan, deseando bailar con algún que otro, esperando abrazos, deseando tu pálida voz,antes que someterme a tratos que – seguramente sin intención de ser malos, no me satisfacen plenamente como para cerrar mis ojos y volar por ahí.

Fotografía - modelo: malu murita