Como dos nada extraños...

lunes, 21 de marzo de 2011

DIARIO ÍNTIMO

10:39' Comenzando la semanita con ganas. Es una mañana anti- tanguera. Desayuné en Mc Donald's un tostado con capuchino y ahora estoy en un cyber. No se cuánto aguantaré. Vengo a ocuparme de mi agenda, de mi blog, de responder mails y todo rapidito. No se aguanta estar acá. Me tocó una compu al lado del baño. Un asco. Estoy bien, nada tranquila pero bien. Mi chiqui se perfila independiente porque he probado qué pasa sin mi teta y nada tan terrible pasa. Me gusta saber que no soy imprescindible para ella. Me pone contenta. El post parto me ha dejado un terrible dolor en mi pie izquierdo. Tengo una fracturita pero algo bailo - sobre todo tango incomunicado. Cómo no hay una milonga matinal? o un banco de datos de milongueros- buenos milongueros, con ganas de bailar de 7 a 11?. Estoy trabajando en un call center. Una basura. Un encierro ruidoso pero por ahora soportable. Entro en un ratito y me codeo con púberes charlatanes. Recién mandé en taxi a mi beba a casa de mi mamá para que la cuide. Espero que esté en un buen día (mi madre). Deprimente andar hablando a esta hora. Prefiero escribir. Ojalá me pagaran por escribir. He mandado un par de curriculums para trabajar en algo relacionado pero no he tenido suerte y eso que mi fuerte es la ortografía. Estoy perdida; "el que mucho abarca poco aprieta" dicen por ahí. 
LOS MAREADOS

MUÑECA BRAVA

domingo, 13 de marzo de 2011

MILONGA DE MIS AMORES

La milonga es como el sexo: si está de manera constante es adictiva pero, si cortás y pasa un tiempo de abstinencia, te da cosita volver. Querés que esa noche de regreso a la pista sea "la noche" pero ( y si lo sabremos!), no todas las noches son buenas en la milonga. He llegado hasta tener informantes como para llamar de antemano y tantear el panorama. Lo que marca la diferencia entre una buena y una mala noche lo hace la calidad en el baile y, para sumar puntos, los portadores de tal baile. Nada fácil.

No estoy preparada para recibir frustraciones. No estoy preparada para que mi vuelta no sea altamente placentera y ardiente. Entonces, opto por resguardarme en la no tan ya soledad de mi casa/caja. Y acá me quedo: saboreando un vinito, descalza, sin maquillaje, por ahí encremada ( con la ilusión de que se me borre alguna arruga) y canturreando bajito...

viernes, 4 de marzo de 2011

Como has cambiado pebeta

El tiempo no me alcanza para hacer nada más que para estar ofreciendo mi teta y cambiando pañales. Y se me viene "Cómo has cambiado pebeta...". El tango está pero para escucharlo. Me he propuesto, por el momento, no salir a gastar energías a no ser que vuelva con plata por haberlas gastado. No se, se me ocurren algunas ideas, por ahí me tiento en pispear tarjetitas que me han dejado ex clientes. Pero sí que un hijo te cambia la vida. Hasta me veo señorona y me pregunto si lo de andar desnudándome tiene sentido.
Mi beba necesita alimentarse y yo también así que abstinencia hasta recuperarme de la anemia y del cansancio. Cuando uno baila ni escucha por ahí las letras. Así que por un lado es productivo. Hace un tiempo renegaba con eso de que los bailarines ni sabemos lo que bailamos así que la situación hace que me ande ocupando de ese tema. Además, he descubierto que a mi beba la tranquiliza escucharme cantar.
Amo cantar tangos mientras hago otras cosas y ahora amo cantar tangos mientras miro a mi ínfima personita. "¿Mi?"; es mía una persona por más hija que mía sea?; mmm, no me gusta descubrirme madre posesiva. Lo cierto es que la miro, le canto, se duerme...Cómo duermen los bebés!; por ahí pienso que podría salir perfectamente y dejarla dormidita y luego me arrepiento.