Como dos nada extraños...

domingo, 26 de enero de 2014

TANGO PORTEÑO

 

 

 

 

Caí cabisbaja. Me hice un trajín más o menos desde San Fernando  donde estoy viviendo hasta el Abasto. La noche un tanto fresca pa´short . Hilachas sobre ms muslos y mas aún...Y, estas ausencias que encuentro en el tango de Buenos Aires.
En la esquina Carlos Gardel tres omnibucitos acababan de estacionar y bajaban cual ganado de película,  turistas prolijos, blancos, bien puestos. Parece que había show y parece también que muy organizado está el asunto.
Y seguí nomás...No vi luces y entré. Una milonga cálida, si había brillos o estrellas ni se veían. Lindo...lindo pa´planchar toda la noche. Nos quieren  sumisas?; seamos sumisas. Es que ya lo he dicho: se que ganan más las  mujeres que  relojean despacito y suavemente al muchacho pero, no puedo!. Las admiro profundamente chicas pero no me sale. Me da una verguenza terrible tener que hacer semejante juego. Por eso, que vengan y me saquen sin previo aviso o déjenme a mi que lo hago sin vueltas. Y no, acá parece que no y todavía me siento media de otro pozo pa' arremeter. Lo hice la otra noche y si bien mal no me fue, tampoco es que dan ganas de que todo el tiempo tenga que estar avanzando y encima que den por sentado que por invitar a un abrazo tanguero estoy dispuesta a todo.
No estoy necesitando más . Desde que conocí en La Calesita a mi actual concubino me he calmado un poco. Ando más tranquila, viviendo un poco mas de día, un tanto más organizada. Por ahí hacía falta. Igual, tampoco es que me he sentido muy tentada. Será que soy bastante fulera cuando no sonrío- lo he escuchado por ahí o serán los zapatos destruídos que tengo o por cierto aire desalineado que a veces se apodera de mi...Ya no estoy pa´elegir aunque insista y me de una tristeza terrible tener que aceptarlo.
Anoche, si vamos al caso, estuve cuatro horitas sentada hasta que un señor ( todavía los hay) , principiante me invitó a la pista. Y bueno... A conformarse y a seguir mas confiada que nunca de que mi camino es la soledad ( o pagar...cuánto me sale un taxi dancer?)

 

lunes, 20 de enero de 2014

María

 
"Disculpame, soy profesional" - me dijo un morocho engominao anoche.
- Un gusto, solamente María

sábado, 11 de enero de 2014

Mas mala que una araña

Estoy mas mala que una araña; Buenos Aires no me ha sentado muy bien. Será que estoy muy casera ,  intentando demostrar que puedo tener una pareja estable, animarme a la convivencia , ser buena madre, poner onda y trabajo a todas las mañanas y a cualquier tarde...
Anoche me fui a milonguear sin decir nada, aprovechando un silencio amargo y el viento que se levantó.  Y caí en Canning como hace un tiempo no lo hacía. La primera impresión no fue buena: mucha gente, mucha luz, poco sillón desvencijado, poco hombre suelto, mucha mujer emperifollada...Extrañé Tsunami - cómo extrañé Tsunami!;  la milonga cordobesa que tantas noches me ha cobijado, donde tanta desnudez he volcado, donde tanto he volado, donde entre abrazos tanta belleza he conocido.
En eso, con mi mala gana encima,  descubro uno, dos, tres...Los  hombres se me iluminan uniéndose entre mi ayer porteño  y  este ahora que me envuelve de manera no muy placentera. Es que a tantos conocía, con tantos he bailado...Y allí también estaban unos cuantos a  quienes entre tangos he deseado, con quienes he compartido ráfagas de encuentro, intensos desencuentros, sábanas...Y volví a bailar después de algún tiempo con algún que otro y a hacerme la tonta frente a algún que otro también...
Volví al ruedo porteño y a enamorarme de estos milongueros que de afuera dan asco por su pinta, por su pose, por sus aires de grandeza pero...que bailan tan lindo y hablan tan justo y necesario que una pierde...Y cómo costó volver a casa. No se en qué pueda terminar frente a tantas tentaciones.

lunes, 6 de enero de 2014

LA CALESITA

No fue fácil volver a Buenos Aires . Al no conseguir alojamiento yiré de un lado para otro unos días junto a Beba, pasando calor con poca elegancia. Me instalé en  la Plaza de Almagro donde conseguí  refugio  por las noches de manera clandestina, en la calesita. No estuvo mal entre sueños ver caballos rojos volando, no estuvo mal andar mostrando toda hilacha y piantarme a recibir. Y sin querer agarré la sortija. El pasado viernes a la tarde,  apareció un muchacho a quien detuve para pedirle fuego : separado,  con una hija..
Y,  acá estoy otra vez viviendo bajo un techo y acompañada. No se mucho más. No quiero saber. Hoy necesito un poco de comodidad.