Como dos nada extraños...

miércoles, 16 de diciembre de 2015

ADIOS CORAZON

Anoche me robaron un beso en el último tango de la tanda de Fulvio Salamanca.
No me di cuenta que sucedería. Fue un beso corto, rápido, como besar sin saber que nos estábamos besando. Como querer darlo y al mismo tiempo evitarlo. Justito en medio del tumulto de la pista de madera nueva, de lustre radiante, de abrazos que se dejan, que resbalan, que se apagan.

No se si me gustó. Como aquel primer beso con quien fue mi primer amor,  tal vez mucho no me gustó y hasta guardo un sinsabor.  No es la milonga lugar para besar  y superar la magia del abrazo. 

miércoles, 21 de octubre de 2015

Francesita



Le copié todas las actitudes - las que podía ver y como podía copiarlas, a la rubia de la mesa vecina. Traté de mirar a los milongueros como ella lo hacía y , hasta me tuve que pedir un Cuba Libre odiando la Cola. Fui al baño a retocarme el flequillo en dos opotunidades y aproveché para acomodarme el push up del corpiño y simular un escote de esos menos discretos. Pero nada!!!!!. Lo que a ella le quedaba hermoso a mi me quedaba pésimo así que luego de dos horitas y media me digné a ser la agreta que soy. Y bue...Bailen con conocidas muchachos, bailen con las ganadoras, las bellas, las simpáticas, las que saludan con beso, las amables, las que les acarician el cuello. Ya estoy en tratativas para directamente caer a la milonga con un muñeco!!! ( menos muñeco que varios de los que veo!)

sábado, 19 de septiembre de 2015

EL RELOJ

Estoy fundida. Hace seis noches que me la paso de milonga en milonga - y siempre caer en las mismas. La noche que avanza y una mas sentada y sola que finalmente abrazada. Siento que tengo menos edad de la que tengo y muestro - me parece y entonces,  elijo un ambiente milonguero joven que , tal vez no me elige. Horrible pero, te das cuenta recontra entradita la noche. Encima no se por qué pero no podés irte cuando el dj pareciera que va seleccionando los tangos a tu manera. Y  la música se va encastrando  justo en  cada instante y todo te sienta bien. Y te hunde hermoso. Y pasa, que antes de cambiar tus zapatos de baile  por  el calzado de calle - aún con la pesadez del fracaso encima, apostás a tomar las riendas, acercándote  al que te gustó estudiándotelo de afuera y allá está en su mesa - por ahora solo, y con un tímido : "aceptarías bailar un tango conmigo?", él infla pecho y una que se desmorona en ese primer y último abrazo de una noche sombría. 
Nueve  horas fuera de mi casa anoche entre dos milongas !, y se me pasaron volando!. Peligroso muera el tiempo entre presencia y ausencia de abrazos?



lunes, 17 de agosto de 2015

La melodía del adios

En una estación, el adiós, se respira casi a cada instante. Y esta melodía y esta aparente soledad encuentran su plenitud entre medio de quienes van, quienes vuelven y, en definitiva: en medio de un andar que nunca nunca se detiene. ( ni en la mañana de un feriado).



viernes, 10 de julio de 2015

Tango a tierra


Sacarme los zapatos, hundirme descalza en un pozo de tierra.
Untarme la espalda tirada panza arriba si pudiera. 
Mirar ese cielo, atrapar tus pasos hincando este agujero sombrío y ruidoso, fresco y sin asombro. Sombrío y ruidoso donde el tiempo pasa y se me hace carne el vidrio de cada ventanilla en este tango que ya ni te registra..

(  Tango Incomunicado  matinal   en Estación Pasteur - Linea B  )  



Fotografía: Gustavo Cherro 

lunes, 25 de mayo de 2015


PERDÓN 

En la última tanda, cual desesperados, aparece la resaca masculina invitándote a la pista. Y, seré malvada pero, no puedo bailar mi última tanda y tomármela como una tanda más. Es ese olor que me quedará en el después, cuando espere el colectivo un rato largo, es la temperatura de tu mano que guardaré entre la mía, es tu abrazo, el roce de tu mejilla...Y no se si pueda gozar con estirar en el tiempo una sensación que por ahí no es la plenitud de mi noche tanguera. Perdón, perdón por decirles no, por ser pretenciosa, por jugármela en la espera de esos abrazos que una ya conoce y que tal vez no llegan. "Si elegís estar en pareja , es para estar mejor que estando solo" - me dijo una vez mi tutora cuando una tarde le compartí un desamor. Y cuánta razón. En el baile no es tan diferente. . Y, no siempre y entre cualquier abrazo, superás lo que es bailar con tu soledad.


domingo, 17 de mayo de 2015

Contame una historia


Dejámelos así, dejame así: como lejana, como lejanos, como extraños, como sin sabiendo hablar, como olvidándonos de qué era eso. Cortame la lengua, vendame los ojos, y, que suenen tangos. Que venga ese abrazo con ese desconocido que, a los segundos se siente tan cercano, mas que hermano. Que suenen tangos y ya no importa si me encandilás con el frío fluorescente . Estoy en otra, llegué a mi historia...Eso es un tango entre otras cosas: la aparición de tu historia, el encuentro con otra en un abrazo y, el sabor del desarraigo...

domingo, 3 de mayo de 2015

DERROTAS CADENAS

Me senté en una banqueta del costado - como siempre,  en una milonga donde hace mas de una década no pisaba.  Al lado tenía un trío de muchachos que compartían un plato de aceitunas. Me mató el olor. Detesto las aceitunas. Sin embargo, los lugares junto a la puerta tienen su que se yo: estás adentro y, si te agarra un ataque de pánico enfilás rápido a que la  oscura y abrasadora noche te salve.  Y la música en esa milonga suena fuerte. Recontra fuerte. Y está bueno cómo te retumban los sonidos en el pecho.
 De pollera corta, sin medias por supuesto.  No abundaban los milongueros pero, con ver músicos tangueros envueltos entre humareda  bajo luces azuladas iluminando sus rastas me sobraba.  Total, si  quería algún mimito no faltaban gatos refregándose sobre mis tobillos.

Y, la noche con su olor a noche áspera y ajena, se metió hincándome la soledad y la paciencia cuando uno de esos que dicen “ el que toca nunca baila” me tocó dejando huellas. Al final una va a la milonga a que suceda el reencuentro  con uno de esos que hace poco o hace tanto tiempo dejó su marca en tu cuerpo. Algo rota, derrotada  y en cadenas...



domingo, 26 de abril de 2015

ANDATE CON LA OTRA





Estuve muy milonguera. Muy callejera. Agotada, malhumorada, confiada…Y, tal vez  sin darme mucho cuenta, me olvidé de hacerme cargo de mi pareja.  Lo dejé ir parece. Y se fue sin irse. Descubrí que anda con otra.  No tenía nada que hacer anoche cuando se fue a duchar y , entre que ponía la alarma del reloj en su celu llegué a “bandeja de entrada” . Sorpresa la mía ver tanto amor en tan pocas palabras. Este hombre si alguna vez me eligió dejó de hacerlo. Pero por qué dice amarme?, cómo puede?, tal vez puede y me elige de esta otra manera,  sin exclusividad. Me hice la que no vi nada, busqué su espalda desnuda, apoyé mi boca sobre su piel y  le di besos mientras me nacían varias  lágrimas. Será  despedirse?. Lo dejo  a  él que oculte lo  quiera ocultar?. No se pero, lejano, me gusta  muchísimo más. 

domingo, 29 de marzo de 2015

BAILANDO SOLA?

No bailo sola. 

Bailo con el milonguero mas deseado 

que pudiera haber logrado guardar la memoria de mi abrazo.


DEJAME SOÑAR



Me duele el alma de pensarla. Ayer la  soñé golpeándome la puerta de casa sin estar borracha, sin andar pasada.  La soñé tirándole bombuchas de colores en su cabellera blanca, cubriéndole con   con gajos de naranjas su piel arrugada como si fuera una máscara. Soñé que después me chupaba su cara, me iba comiendo su cara. Y chorreaba gotas naranjas que me dejaban pegajoso el cuello. Que íbamos juntas a la murga, a “La Goyeneche” también y  que comíamos un choripán sentadas en el cordón de la vereda mientras las lentejuelas verdes se nos despegaban de la botamanga del pantalón. Que en una de esas me llenaron de espuma loca sobre los ojos y cómo me ardían. Y cerré mis ojos un segundo y al abrirlos su figura que corría entre los tambores y la humareda de la parrilla callejera. 

martes, 3 de marzo de 2015

Tango aguado





“Vas  a ir con esta lluvia a bailar?” –  preguntó mi concubino actual. No respondí mientras me ocupé de cubrir mi equipete de sonido con una bolsa de consorcio gris. “Me prestás tu SUBE?” – largué altanera,  vino  un  “si” tan claro como bajito y allí partí.

Está todo mal en el cuartito nada azul. Extraño a quienes  tal vez nada me quisieron y tampoco nada me preguntaron; extraño   a Miguel, sus aires de calle, sus historias de bandeja, extraño tal vez lo que era yo   cuando lo conocí allá lejos y en épocas de gloria.  Extraño salir a milonguear y ni saber dónde iré a dormir y con qué desconocido iré  a despertar. Me gustaba tanto caer en deptos. ajenos y  conocer baños y que a los dueños de esos baños no les importe ni un poco que una vea  todo dado vuelta y ni una vela en el centro de su mesa. Tal vez lo que  extraño es ser una nena y tener tiempo y cuerpo que acompañe. Hoy solo libertad de a ratos mientras bailo, cuerpo que acompaña como sale y niñez que aparece cuando me dejo contagiar por niñas de verdad.  Y tenía unas ganas de tirar la toalla casi al salir a la vereda esta mañana! . Me pasa algunas veces, me pasa tantas veces. Y los días de lluvia me pasa siempre . Me siento desocupada, inútil y me da bronca tener que andar dependiendo del clima. Entonces recordé frase de colega “ hay que estar” ,” aunque cueste hay que salir igual”.  Y menos mal que no tiré la toalla porque hoy sí había que secarse.  Llegué a Córdoba y Callao y bailé en chatitas para evitar resbalarme subida a tacos mojados.  Ser artista  callejero en días de lluvia es intentar rescatar el placer por bailar con el elemento “agua” como escenografía, es  también  no  esperar más que paraguazos y  cabezas escondidas,  a paso huidizo.  Las pebetas rezongando y tanteando a cada rato su  peinado y cuán corrido anda el maquillaje sobre sus párpados.  Tan simple como salir a chapotear y  jugar Y, si:  hay que estar y al estar ,  a la toalla aún hecha harapos la vas agarrando mientras la nostalgia se hace agua en el asfalto.

sábado, 14 de febrero de 2015

Mano a mano

Para mi , la mano del milonguero sobre mi espalda define. Es como que tiene que ser tan precisa, tan justa. Ni muy muy muy ni tan tan. Como un "acá estoy pero hacé lo que quieras, cuando quieras y como quieras". A veces me siento apretada al vicio, sin libertad. Feito. Otras veces está todo bien hasta que una quiere tomarse sus tiempos y ahí los tenés con esa mano apurándote. Horrible. Varias veces pasa que la mano en lugar de contenerte te acaricia de una manera tan evidente que te incomoda ( si no te pasa lo mismo por supuesto). Y bue...su mano derecha es fundamental. Su abrazo es para quedarte o para huir despavorida. Y,  no te hace falta ni un tango para darte cuenta. 




sábado, 7 de febrero de 2015

Recién con Geraldine Rojas


Y, me parece que fue recién que la vi milonguear ( y fue hace una parva de años!).  Es que hace tiempo andábamos por el mismo circuito milonguero. Recuerdo sus zapatos nuevos, al tono con su  pollera ( hasta la recuerdo con un intenso  turquesa resaltándole sobre su piel morena) .

.Y ahí se te aparece. Siempre se te aparece;  tal vez cuando en alguna exhibición ves a otra y, como que no te pasa nada o, como que no te pasa tanto....Inevitablemente se te aparece  Geraldine como tu referente de mujer tanguera.  . A ella no hay manera de perdértela ni bailando con su pareja  en el medio de una pista o en medio del tumulto de una milonga porteña.  No le podés sacar los ojos de encima, no podés dejar de estar entre medio de esa historia tan sentida  en la que te va metiendo .  Y cómo te invita ese  abrazo concreto, honesto, entre sensual y  resuelto.  Es tan bella pero tan bella., tan única, ardiente y pasional en su elegante manera de bailar,  que ni la envidia nos nace.  A mi Geraldine me lleva, me lleva  a pensar que bailar tango es tan fácil y  tan  natural como un dejarse estar y dejarse ser nomás ( tan fácil  y natural para ella claro!) 




lunes, 2 de febrero de 2015

ESTA NOCHE DE LUNA

Domingo milonguero sin cortes. Te bailás un lento ardiente y de pronto se te viene un picadito .  Y cómo te arruina la noche que esté una de tus tentaciones . Si no está ninguno, bailás con todos los que se te animan sin esquivarle a ningún cabeceo pero, cuando bajo el mismo techo está uno que te mueve la pista, te lo quedás como esperando y se te va la noche...Se va la vida. 
Y él bailó toda pero toda la noche   con una rubia blanca – poseedora de las  mas bellas piernas que una  haya visto ,  de vestido anaranjado y escote pronunciado en la espalda que dejaba entrever el bordecito de su vedettina  color salmón .  En una de esas lo miré y me sonrió  contento mientras el brazo de ella se le posaba como diciendo  “ es mío este  cuello”.
Me la pasé entre dos chinas que hablaban entre sí  - y conmigo en el medio y encima no querían ponerse una al lado de la otra. Por qué?!. Y qué tanto hablaban?!; qué feito es querés chusmear y no entender!. . Iban por la tercera  Brahma  y cada gesto alegre lo acompañaban confianzudas con golpecitos sobre mi  muslo .  Poco baile y frente a la espera  del abrazo deseado que no llega, hay que agarrar lo que venga.  Sobretodo porque sin verte la cara sentís cómo te vas transformando de una manera!.  Hundida, te dan ganas de llorar, hacer estallar la botella  de cerveza hacia  el medio de la pista para  cubrirte rápidamente con el mantelito de la mesa  y echar a correr. Pero , otra vez la cobardía y a  respirar hondo nomás.  Me decidí a ignorarlo y me clavé una contundente  y bien falsa sonrisa para que se me acerque algún otro, cualquiera, no importa. Y, de pronto bailé sin parar tres tangos con cada uno: un italiano, un porteño acordobesado que vive en Río Cuarto y por último  un salteño que me hacía hacer unos ganchos terribles  aún sin espacio y una lanzando  tacos por doquier...
Volver a sentarme, arrancar  la forzosa sonrisa de morondanga y  disponerse sin vueltas a ser. A escuchar  la mas linda sucesión de tangos y volver a relojear si sigue bailando con la de anaranjado. Efectivamente y pasaban sonidos entradores mientras abrazando una distancia y un par de ausencias me sentí demasiado blanda para estar en una silla dura. Es que a veces en la milonga quisiera una cucha donde apoltronarme en posición fetal a remorderme los labios y a dejarme estar. . Y no faltaba más frente a este panorama, que una  tandita de De Caro y en  “Corre corre Barcarola…” me puse  práctica ;me saqué los zapatos y di  terminada la noche. Peor es quedarse hasta el final y ver al muchacho que te gusta esperar a otra para irse juntos  al albergue de la vuelta.  

Y me fui.  Subí la escalerita y me puse contenta de no ver la luz del día todavía. Caminé un par de cuadras. Me sentía mejor bajo los árboles. Y, sentí un chistido que asocié para otra dama.  De pronto, lo tenía al lado mío al morocho  que anduvo toda la noche con la rubia. Qué hacía ahí?, acá?!.   Una se imaginó todo y mas que eso,  los viste desnudos abrazados a una corriente de tangos. Y luego  que se fueron tomados de la mano , que entraron sigilosos al localcito rojizo, que rápido abrieron  la habitación del fondo, que ella le desprendió suavemente los botoncitos de la camisa, que él le pasó la lengua por el lóbulo de la oreja al mismo tiempo que le rompía el costadito de encaje de la vedettina…Y me sentía  rara, resentida. Lo tenía junto a mi y qué ganas de apretar mi pecho junto al suyo y que sonara "Al compás de un corazón". Estaba  desorientada. Pero por qué también estaba como ofendida, celosa?. “Seguro que él tenía  toda la intención de irse con ella  pero, como ella lo rechazó, se acordó que tiene otra que  anda muerta y...”- pensaba mientras nos miramos fijamente a los ojos. 
Te puedo acompañar?
Gracias pero estoy cansada
Podemos descansar juntos
No creo
Bailaste mucho?
Uff!, no sabés! ( bien sabrás si pispeás,  que en la silla quedó la marca de mi trasero). 

(Y, me tomé un taxi sintiéndome tan boba...Se me vino el sol encima y me vi una adolescente patética y algo desencajada).

domingo, 25 de enero de 2015

UNO

Y,  parto a milonguear sintiéndome de nadie y de todos al mismo instante
( pero mas mía que nunca)

domingo, 18 de enero de 2015

Dichas que viví

Y no,  siguieron propuestas sin llover. Luego de tres horitas en Fulgor sin que mi presencia haya sido advertida por algún milonguero con deseos de catarme en un abrazo, atravesé la puerta nomás y bajé por la oscura Serrano unas cuadras hasta desembocar en el tumultuoso sótano de  Armenia otra vez. Escalera que, al bajarla, me hunde la autoestima para entrar tan oscura en los brillos de la noche, entrada noche. Hora del café con leche,  las medialunas y de cuánto abrazo a punto caramelo. "Cosecharás tu siembra" - se me viene a  la cabeza. Y algún que otro consejo  escuchado de una extranjera: " hay que saludar a todos, mirar sin titubeos y hasta aceptar alguna copa si querés bailar".
También se me aparece el repetido bocadillo de mi ex terapeuta y, de pronto vuelvo a ese consultorio apareciendo  apocada tras lágrimas que seco con "Carilinas",  mientras le cuento a Alicia sobre cómo siento abarrotarme lejos de sentirme protagonista de alguna maravilla, en el ámbito de la milonga "Pero volvés a ir"- me dice, "y seguís sentándote sola" - agrega; ese costo tendrá su beneficio"- resuelve . Y una ficha me cae.  Y si, los saludos formales con quienes alguna vez me conecté bailando, me parecen al vicio, me destrozan un poquito;por ahí evitarlos es evitar una cuotita de esa tristeza y, en cuanto a las copas, las prefiero a solas - si es que aceptar compartir una mesa y una copa,  implica tener que responder cierto interrogatorio que comienza por lo general con el infaltable " qué hacés de tu vida" . Tal vez me atrae el misterio y no saber. Tal vez - y siempre vuelvo a lo mismo, voy a la milonga en calidad de abrazar y contarte lo que quieras con mi cuerpo y nada más. Y, ya a lo último apareciste ubicándote de espaldas y relojeándome cada tanto. Tan incierto para mi ese mecanismo, tan incómodo pero,  respiré hondo y sostuve por un lapso de dos segundos el mirarte y , obtuve un gesto tan ínfimo como infalible. Me tomaste de la mano y me llevaste al centro de la pista y de entrada nomás fue lanzarnos a ese abrazo necesario, desenfreando, íntimo y voraz. Y , bajo un tango, tu tango y el nuestro, cuánta audacia que arremete desbocada mentras blanda voy donde quieras que vayamos.

lunes, 12 de enero de 2015

TANGO AMIGO

La milonga no es necesariamente un ámbito para hacer amigos o andar saludando a conocidos; es también el lugar donde encontrás el abrigo perfecto a tu soledad,