Como dos nada extraños...

sábado, 19 de septiembre de 2015

EL RELOJ

Estoy fundida. Hace seis noches que me la paso de milonga en milonga - y siempre caer en las mismas. La noche que avanza y una mas sentada y sola que finalmente abrazada. Siento que tengo menos edad de la que tengo y muestro - me parece y entonces,  elijo un ambiente milonguero joven que , tal vez no me elige. Horrible pero, te das cuenta recontra entradita la noche. Encima no se por qué pero no podés irte cuando el dj pareciera que va seleccionando los tangos a tu manera. Y  la música se va encastrando  justo en  cada instante y todo te sienta bien. Y te hunde hermoso. Y pasa, que antes de cambiar tus zapatos de baile  por  el calzado de calle - aún con la pesadez del fracaso encima, apostás a tomar las riendas, acercándote  al que te gustó estudiándotelo de afuera y allá está en su mesa - por ahora solo, y con un tímido : "aceptarías bailar un tango conmigo?", él infla pecho y una que se desmorona en ese primer y último abrazo de una noche sombría. 
Nueve  horas fuera de mi casa anoche entre dos milongas !, y se me pasaron volando!. Peligroso muera el tiempo entre presencia y ausencia de abrazos?