Como dos nada extraños...

viernes, 31 de octubre de 2014

Cita en la frontera

Esa noche me dijo "no te aguanto más" y no dije nada creyendo que volvería. Pero no volvió cuando pasó un día. Y seguí creyendo que volvería o al menos que  me llamaría. Y hasta podía sentir la previa a su  posible aparición. Escuchaba el sonido de la llave en la puerta de entrada al edificio, su caminar pesado, sin titubeos, ansioso por el reencuentro...Nada cierto. Otros zapatos y besos ajenos.



Ya van como dos meses me parece. Me quedé con mi hija y también  me quedé con su hija. Y acá estoy: llena de vida, solitaria  y media perdida. A veces mi ex muchacho  aparece. Y jugamos a ser amantes mientras nos reimos del pasado no pisado. Y jugamos a ser  familia y nos cansamos de ser familia y cada uno vuelve después  a su vida. Y poco puedo volver a la mía - que no es tan mía.
Y entonces lo llamo seguido: "te podés venir que necesito de descanso ir a  milonguear?" y a veces viene, otras dice que se va ( no me da para preguntar nada más). Se trae unas pelis, una cerveza y se queda jugando con las nenas hasta que vuelvo y ahí lo veo: tirado, dormido, entre bracitos pequeños que lo envuelven. Eso es tan lindo...
Y no se qué más.

sábado, 18 de octubre de 2014

La milonga y yo

(Antenoche entre tangos y cerveza negra)
Una sola: hace tanto no venía acá...
Otra sola: y a dónde vas?
Una sola: desde que estoy en pareja con un milonguero cometí el error de alejarme del tango, me cuesta salir sola...
Otra sola: Si?. A mi me pasa al revés. Me reencuentra tanto conmigo este espacio que me da cosita sentarme con otros, perderme los tangos...
Una sola: Y no tenés pareja no?
Otra sola: siempre tengo pero intento sean extra milongueros. Con los milongueros me pierdo, mucha histeria de por medio, nunca llegué a otros puertos mas que a esos de los cuerpos tangueros.



martes, 14 de octubre de 2014

Chapaleando barro

Mientras te ofrecen en Florida y Lavalle los tours temáticos, mientras los omnibucitos blancos siguen concurridos arribando con gringos a las famosas esquinas porteñas donde les meten shows tangueros hasta por las orejas vaciándoles billeteras, mientras ellas - las chirusas europeas se dan atracones en zapaterías de renombre y desfilan radiantes por las milongas que arden, hay otra realidad tanguera. Tal vez mas austera, tal vez mas serena, con menos aspamento, con tango que aparece desde las entrañas y se vuelca mas honesto en ese abrazo recontra necesitado para seguir respirando y sintiendo que estamos tan vivos en medio de ese tango. Milongas callejeras, milonguitas sin tanta concurrencia, milongueros sin tanta elegante presencia, milongas mas personales como los lugares donde nacen, milongas a la gorra, milongas bajo estrellas, con clases donde nos llaman por nuestro nombre...Milongas donde se persigue un tango integrador, un tango del Interior. Milongas no tan de acá ni tan de allá lejos, milongas de barrio, con milongueros de nuestros diversos extremos. Milongas entradoras, donde el tango entra sin interferencia.


miércoles, 8 de octubre de 2014

Milonga Parakultural

Un señor robusto, canoso, con camisa rosa que dejaba entrever parte de su pecho y cadena regordeta dorada con crucifijo, no me dejaba de revolotear. Y viste como somos...Cuando mas nos insistís menos chance. Es que te da bronquita que se te pongan a medio metro solo para mirarte y remirarte. Si vas a estar tan cerca hablame, invitame a bailar pero,  basta de hacerse el galán, rodearme cual perro y de pronto darme la espalda y pispearme de reojo a ver si te estoy mirando. Te estoy mirando porque no me queda otra, porque me tapás la pista y me tapás todo.
 Y así venía la noche;  medio desastre...Hacía tanto que no caía en Canning. hasta que por suerte apareció  el motivo de haber llegado hasta ahí y no haberme quedado apoltronada en  la cómoda Catedral: 
El  Sexteto Milonguero. Una emoción rarita; Los tengo tan asociados a Córdoba y a Tsunami que verlos en este ambiente de sacos elegantes y arrasadoras muchachas orientales desestabiliza. Los sonidos resultan hermosos, dulzones, la sensualidad con la que se planta el cantor te baila desnuda relamiéndote mientras te mareás y  tu nube milonguera se te desdibuja;  ya no ves ni al que se te puso enfrente ni nada. Y no se, sonreís, te brotan  las sonrisas plácidas porque la música te penetra desde el amor tanguero y hasta lo que pueda haber en la letra de amargura  no empaña  el dulce y tono verde agua de ese cosquilleo sonoro que se te mete y te recorre entera como una lengua cálida y suave. .
Al final bailé con varios y la noche se fue espesando a punto caramelo ya entradas las tres  cuando de pronto aparecen caras nuevas ( o caras  que ves mas en otros lados) - destruídas caras con ojos rojos y cansados, con sacos arrugados...Y a esa hora te encontrás con la verdad de los abrazos, con una pista menos concurrida y mas  ardiente...Y ya no hay revoloteo, hay contacto y está ese tango que fuiste a buscar, ese que te atraviesa. y que te persigue en sueños...