Como dos nada extraños...

viernes, 15 de julio de 2011

MILONGUERO VIEJO

Estuve buena hasta anoche cuando milonguero setentón de quien no me olvido ( porque hace cosa de dos años tuve el displacer de haber compartido unos tangos con él) , me invita a bailar luego de decirme ( o repetirme): "Yo soy el profe de tango mas viejo de Córdoba", a lo que asentí con la cabeza acompañando cordialmente con sonrisa. Acto seguido un caballero que caminando hacia mi, a dos metros de distancia me cabecea. Ahí voy. Bailamos hermosa tanda mirándonos a los ojos fijamente y en la cortina musical que despedaza toda magia tanguera vuelvo a mi silloncito. Comienza a sonar en la voz de Alberto Castillo "La vieja serenata" y mi pie izquierdo que rítmicamente lo bailaba. El milonguero me agarra la mano y pretende elevarme como para que se venga el abrazo; "no, le agradezco pero estoy cansada" - respondo. Me suelta como si en el soltarme estuviera sacudiendo mi mano, tirándola a un tacho. Vuelve el disfrute de mi pie bailarín, lo que no dura mucho: el milonguero arremete y me encara: "mirá piba, yo tengo 76 años, bailo mucho mejor que todos estos( señalando con su mentón hacia la pista) y, no es porque me hayas rechazado que te digo esto". Y ahí nomás enfila para la mesa de una bailarina- muy buena como bailarina y admirablemente buena como partenaire (me atrevo a afirmar que prefiere aguantar un milonguero bruto a ser tildada como " rebotadora". Y chau, me olvido: me voy al baño a retocar mi rouge fucsia, a ubicarme las pestañas y la peluca en su lugar y, cuando vuelvo...Ay ay ay. Llego a mi sitio segundos antes de que concluya la tanda. Y ahí lo veo venir al "profe de tango": grandote , sacando panza. -¿ me viste bailar? (mi no con la cabeza que ya es mi marca personal milonguera). - Noooo?! ( me grita a lo que vuelvo a contestar con cabeza y con palabra que no, que no lo vi). " Ay piba, te lo perdiste" ( y saca una tarjeta de su bolsillo trasero del pantalón). " Doy clases todos los días".

viernes, 8 de julio de 2011

Diario Íntimo 8 de julio

22:57 hs. Por qué no prepararme el bolso, calzarme la wawita con mi beba hecha una bolita ahí metida, e irnos a la miércole. Qué me asusta con estos trabajos de porquería que me salen y con el padre de mi beba totalmente desaparecido?. Del Call Center salté a ser" asistente geriátrica". Ni idea de viejos tenía pero, me atrapaba la idea de estar con personas grandes, con tangos en su haber, con historias y guardaditos en estos lugares. Vivo con náuseas y dolor de espalda. Son como bebés grandotes, con mas olor- detestable olor a mugre, a trapos con pis pero, vale la pena el intento de soportarlo. Si me pagaran mas estaría mejor el asunto. Con 1000 pesos y amor no alcanza. 1100 cobré hoy ( los 100 por el aguiinaldo- me dijeron después de salir destruída luego de ocho horas y media de trabajo) . Pero acá estamos. Todas las mañanas parto hacia Santa Isabel - barrio que me encanta y ahí están como cada día: sentaditos, como plantitas, sin ansiedad. Hoy probé lo que quería: cantarles unos tangos; me pareció por un rato ver que les pasaba algo. Paciencia- me pidió uno que hasta el momento solo emitía chillido cuando le cambiaba el pañal.