Como dos nada extraños...

martes, 6 de octubre de 2020

Cuerpo / Instrumento

Hace como dos décadas   trabajaba  para un   taller de arte ubicado en  Balvanera . Me gustaba;  ganaba plata. Permanecía acostada, inmóvil durante hora y media. Fui  los días  martes  a la tardecita  durante meses y meses ...  Entregaba mi cuerpo a una mesada de madera vieja , fresca, con restos de manchones de pintura seca   mientras,  personas con  lápiz  en mano me analizaban desde las uñas de los pies, los colgajos de mi abdomen, las venas azuladas de mis tobillos   y  hasta mis manos y estudiaban cada detalle de este  cuerpo humano.

Al frente -   a una distancia de metro y medio aproximadamente   sobre otra mesada de similar suerte, se disponía Mauricio: le quedaban  hermosos sus cabellos bien largos hasta casi la cintura  y la barba candado.  Al comenzar nos mirábamos a manera cómplice  a fin de  concentrarnos en la postura no tan cómoda que la persona a cargo del taller nos solicitaba. Se trataba de  una muchacha  de medidas y dulces  palabras en un español extranjero, con piel color aceitunada   y orejas perforadas con incontables aritos brillantes.  Intentábamos bajar la respiración, sostener la acción y ahí nos quedábamos un largo rato en una especie de trance atrapante, ensimismados... chusmeando de reojo sobre fondos de papel blanco, como íbamos quedando...

Con cuerpos - hogares de lo mas  expuestos y dispuestos al juego, en un tiempo atento donde en la quietud la  musculatura se siente  ardiente, doliente, fuerte. 

Despojo, poses, verdad,  luces, sombras, cuento ...

Me desnudé para varios fotógrafos y participé de algunas performances envuelta en polietileno. 

Me desnudé frente a otras chicas en la previa y post danza clásica durante cada día durante mas de diez años de mi vida .  Nos reíamos a carcajadas y compartíamos anécdotas  cual café  mientras  nos acomodábamos las prendas , nos poníamos o quitábamos ropa interior, puntas, horquillas  y medias...

Me desnudé en varios castings, obras de danza, de  teatro,  intervenciones bailando tango solitario  a cuerpo pintado en varios  eventos empresariales de  fin de año.



Recuerdo también un taller hermoso , hace muchos años  de "Desnudo Lúdico" facilitado por la actriz canaria , Mónica Lleo quien  armó en mí Córdoba tal revuelo! , pero tal revuelo! . En ese marco conocí la teatralidad de Joan Brossa  y me desnudé jugando al tejo.  

Lo cierto es que me desnudé de ropas muchas veces y así también aún desprovista de telas muchas veces  bien "tapada" me quedé y me suelo quedar .  

Me quité, me saqué, me envolví, me cubrí, huí, estuve, transité  y transito envuelta y no tan envuelta jugando cuando se me baila  en el intento de desnudez. 

Se que la línea es delgada y desata confusiones y diversas miradas . Sin embargo  para  quienes nos identificamos con el lenguaje corporal desde técnicas de expresión  ,  el cuerpo  con este ser que contiene y como sea que sea este cuerpo que portemos, en el cual nos dejamos llevar ,  es  instrumento y canal  - lejos de reducirse a "sexo".  

Y, vale aclarar, que nunca he presenciado en  ámbitos laborales  "desnuda" una mínima falta de respeto ni me he sentido descuidada al respecto.  .  

Pero bueno, acá estoy enterándome de lo activista sexual que me he puesto en estos tiempos y por suerte Instagram , cuida su terreno. 

(Podrían haberme dejado siquiera los textos o acaso en las palabras había también tanto sexo?!😂 ) . 


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