Había ido hace tiempo por primera vez. No me había gustado y ni ganas de volver. Tal vez esa noche y andá a saber por qué - o sin un porqué, no encontré la manera de encastrar este cuerpo en ese lugar, no pude ante mi inseguridad de andar solita y resuelta en una milonga que parecía casa y lejos - muy lejos de sentirme en la propia . Me acuerdo que al subir la escalera y ver tanto grupo feliz, me dieron ganas de lanzarme por los mismísimos peldaños y rodar hasta caer otra vez en la vereda . Y echar a correr, correr...
Pero, pasó que vi una publicación en redes que anunciaba la presencia en Zonatango de Osvaldo Peredo. Amo a Peredo. Escucho letras de otra manera; de la única manera que se pueden escuchar las ,letras y entenderlas, Me las cuenta, con un decir de vida, de que todo eso que está escrito hace bastante , ahora justito anda como anillo al dedo.
Entonces , mientras dudaba bastante , respiré hondo y volví a pensar en Peredo.
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