Como dos nada extraños...

miércoles, 4 de marzo de 2020

De tan sencillo...

Tendrá sus beneficios" me dijo una ex terapeuta de la onda psicoanalítica hace un par de años hablando de mis emociones encontradas en los espacios de abrazos y el hecho no tan bien llevado  de estar casi siempre sola , sin grupo. Sufriéndolo al mismo tiempo que necesitándolo.

Tal vez el tango del que quiero participar se saborea más puro en  soledad. Más fácil encontrarlo, ir donde en el momento te pinte, buscando contrastes.... Más fácil cuidar lo mágico. No saber tanto , evitar entrar en chismes baratos , evitar enterarme con quién ese mismo a quien amé en la última tanda, se fue con otra entre besos y de la mano.
Será a veces medio incómodo , pero tiene sus encantos .Me hace libre. Porque de necesitar bailar entre fuego con algunos  que otros milongueros de abrazos cerrados , que te invitan al vuelo , puede que vuelva a sentir ganas de bailar con esos otros recontra estructurados que no me mueven tanto , que hasta me suelen caer en un primer acercamiento bastante  pésmo.

Necesito enrojecerme y que mí corazón me avergüence de su latir algo heavy. Necesito también bailar como lo hacía cuando empecé en la matineé de La Ideal : tranquila, sin prisa, sin tanto desborde de conexión y química.

Necesito diversidad : bailar descansando y bailar con esfuerzo .  De cada quien,  aprendo. Mis maestros.

Me acuerdo hace muchos muchos años un milonguero bastante conocido que ya no está por estos lados me dijo en La Viruta al oido - mientras bailábamos " bailá con los que la descocen ; los demás destruyen tu baile" . Lo escuché  y me quedé pensando... También hasta en un momento  le hice caso y me picó el estrellato.
Hoy pienso que descocerla es estar predispuesto a encontrarse con si mismo, lo que suena y ese otro en un abrazo.
No hay mucho más en el tango . De tan sencillo, complicado. 





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