Como dos nada extraños...

viernes, 10 de enero de 2020

Tango en Rosario

Me tomé el 142 y atravesé por hora y cuarto la ciudad que siempre estuvo cerca - según Fito Paez hasta llegar a un Club. Y,  donde el cartel anunciaba " Salón de Usos Múltiples" me dirigí feliz, cubierta por mi  enterito colorinche que pegaba justito con la onda de los multicolores banderines del lugar.
Amo entrar a espacios donde nunca antes he pisado. Amo la primera vez . Me senté en una banqueta junto a la barra , me pedí una limonada y divisé un ambiente de milonga más bien tirando a  estructurado. Mujeres arregladas , mucha pollera ajustada , hombres tirando a edades altas y mis alpargatas cobrando protagonismo .
Por qué me miran tanto las alpargatas caramba ?!!!
Debo decir que esperaba alguno de esos muchachos rosarinos con quienes hace bastante tiempo he bailado en alguna milonga del barrio de Pichincha o en otra que se hacía junto al río. Esperaba también toparme con un treinteañero que baila hermoso con quién me abracé hace poco lindo lindo en una milo de Almagro. Pero no . Ninguno de esos 
A mi lado tenía un muchacho de antes que si usaba gomina - y mucho perfume De pronto pude ver destellos  del azul turquesa de la Lord Cheseline saliendo de   su cabello canoso que hasta  parecía pintado con acrílico platil.
 Su  perfume   también fue  un viaje .  No me disgustó. Creo que era la Old Space  en cantidad desmesurada que embadurnaba la piel poco tersa de su cuello acumulándose con toda la humedad en los pliegues de su papada. . 
Como que me emborraché mientras saboreaba la limonada ,  me perdí. Los banderines se me deformaban ante mis ojos.
Entonces la frase   me despabila: 
" Bailás bien vos?," - no atiné a responder cuando me aclaró con actitud de pocos amigos " solo un tango  eh" . Y,  me agarró del antebrazo y me llevó a la pista .
Yo estaba a esa altura , muy relajada. No bailaba mal .  Lo que por ahí moleste es ese pensamiento que tienen varios acerca de que el solo hecho de la edad avanzada otorga la etiqueta de ser " el milonguero" . 
Por suerte una sabe desenvolverse con estrategias asi que cambié el sector de la barra por un silloncito más potable desde donde un señor de manera más cautelosa y amable  me invitó otra vez a la pista.
Bailamos, repetimos tandas,probamos vals y ya está: 
 con que haya  un ser con quien pueda darse esa comunicación fácil , donde puedas descansar abrazada , alentador y suficiente para salvar la noche. 
Atravesar la ciudad  para sentirte atravesada en un abrazo . 



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