Como dos nada extraños...

domingo, 20 de septiembre de 2020

Andate ya!; andate antes!

Solía partir - si es que no estaba entre algún abrazo, en medio de la anteúltima tanda .  Era un ritual ir despidiéndose suavemente  mientras te desprendías los zapatos, te calzabas las chatitas  y  te ibas encastrando otra vez de a poquito al tiempo del andar cotidiano...
.
Ya cubierta por algún saco gastado , me quedaba un par de segundos a algunos metros de la pista , mirando  ese mar rojo revuelto ante mis ojos.

Esta táctica de irme en este punto de clímax entre los más potentes tangos, la comencé a implementar de manera natural luego de veces y veces y  años y años de quedarme  hasta el mismísimo final . Ese final donde todo se corta tan abruptamente... Ese final horripilante del cual  he aprendido a evitar (con algún  que otro desliz )  la doliente sensación atravesada, comportándome  de manera estratega pa'  huir en el momento justito cuando  conviene irse y así  conservar  la magia milonguera.
.
Es que el hechizo de pronto va cayendo en picada cuando aparece algún organizadxr con micrófono anunciando la  última tanda y diciendo "gracias".  Y esa insistencia  de verter ,  los más ardientes y pasionales tangos justito en la hora previa al cierre de la milonga, es tremendamente asquerosa al contrastar con la brusca encandilada.
.
Porque ,  sin marco tanguero a veces no hay de qué agarrarse y  todas las 'cartas marcadas " se te quedan ahí : develándose.

"En qué  te vas boluda?" - me dijo una vez cuando la milo ya había terminado, un  milonguero de esos hermosos con quien amaba bailar en silencio ( hasta ese preciso  momento en que su comportamiento de "no milonguero" así fresquete entre distante de deseo,   me heló todo hueso ),  Gran "sin sabor "  te llevás con algunos al conocerlos  ( y a ellos les pasará lo mismo con quien escribe )...
.
No se; seré complicada pero es que  no me banco verlos tan fuera de aires de cuento sin  una pizca de misterio. La resaca de un abrazo apasionado en marco de milonga  es algo extraña.   
.
Es que hay  en esa tanda tanto amor milonguero ,  tanto detalle  a veces  y  tu mano rozando con la mía y todo tan poético  y que al rato tenga que recibir una palmada en la espalda y escucharte de pronto tan tan charlatán  bajo la tremenda noche estrellada...es como despellejar algo bonito que andaba... cortajearlo, enfriarlo 
Por eso recomiendo : no conocer tanto el paño y mantener resguardado ese plus seductor y mágico de lo no tan  fácilmente descifrable . 




La Viruta 2019 - Martín Piñol  con Orquesta La Juan D' Arienzo 
.



No hay comentarios:

Publicar un comentario