Hace mas de diez años atravesé un tiempito de abstinencia milonguera. Tiempo hermoso y caótico en el que descubrí que por las noches es muy lindo hacer cualquiera! : tiempos para bailar desnuda en un depto. de antaño , para jugar de verdad a ser esta misma y otras tantas en un cuarto.
La manía de lo biodramático que tanto me inquieta del teatro , me calzaba justito y un ataque de bella soledad me inundaba tormentoso cuando al fin podía dejar de ser madre y de ser para un pequeño ser necesaria e importante.
Esperaba sigilosa a que mi niña se durmiera mientras le cantaba "Canción para dormir una Muñeca" ; luego me armaba una lista de tangos y ahí me disponía a escribir como apurada por largar lo que se me viniera, con urgencia. Como si en cualquier momento el mundo se diera vuelta. Mezcla rara de deseos, verso, vivencias , recuerdos y verdad de la milanesa.
A fin del año pasado escribiendo en este mismo blog desde uno de mis preferidos bancos subterráneos me preguntaba hasta cuándo, cómo tener este diario hace tantos años y no poder cerrarlo de una vez.
Y no, no puedo y menos ahora que estoy de vuelta atravesada por un estado similar al de aquella época.
No tolero este cuerpo inquieto mucho tiempo. El devenir se me hace bastante mas sombrío que el actual y tan incierto que solo puedo danzar con lo que hay : danzar abrazada a todo lo que me mueve en este estar.
Y si...extrañamos los abrazos milongueros pero hay bastante mas que eso.
Caos, juego, hambre y, entre otras cosas, fuego
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